Ubicadas en Waitomo, Nueva Zelanda son unas cuevas de roca calcárea que forman grutas con tres diferentes niveles, Los recorridos se hacen en barca por un pequeño río subterráneo dentro de la cueva Witomo. esta cueva estan unidas por un eje vertical de 16 metros de piedra caliza, el segundo nivel es mas pequeño y se suele cerrar por la acumulación de monóxido de carbono cuando hay muchos visitantes.
Sin embargo vale la pena superar la claustrofobia, para llegar al tercer nivel, pues hay es donde esta la verdadera maravilla que esconde esta cueva, en el tercer nivel esta una cámara que se le conoce como “La Catedral” y es un área cerrada con paredes de roca de unos 20 metros de altura con buena acústica. Y entre la oscuridad se pueden observar unas maravillosas hileras luminosas de larvas.
En Waitomo encontramos principalmente una abundante colonia de Arachnocampa luminosa un curioso insecto familia de las luciérnagas que va formando hileras de larvas que cuelgan de finísimos hilos tendidos por estos insectos. Como mágicos collares colgando de la negrura y brillando en el interior de la cueva.
Una vez tendidos los hilos, la larva espera y mientras lo hace produce una fantasmal luz azulada en el extremo de su cola para atraer a las presas. Hipnotizados por esta misteriosa luz, todo mosquito o pequeño insecto que deambula por la cueva termina por caer en las garras de esta increible larva.
.El interior de la cueva registra una humedad y temperatura ideal para que este insecto viva y se multipliquen y por supuesto, está absolutamente prohibido tocar ninguna.