En Dubái y Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) hay numerosos rascacielos y centros comerciales donde hace algunas décadas reinaba el desierto.
El ser humano adaptó esos territorios para poder vivir pero la naturaleza no se da por vencida, como demuestran estas imágenes que tomó Irenaeus Herok, un fotógrafo australiano de origen polaco.